Crònica Mig Any 2011

152 dias después de la dura batalla, el ejército Aragonés reune de nuevo sus tropas para celebrar la tan ansiada victoria conseguida en la Villa de Alcoy meses atrás.

Un pequeño grupo de Aragoneses, mencionados en las Crónicas de Aragonesos de Calbot, eran los encargados de realizar el banquete. Se hicieron camisetas para conmemorar la efeméride, pancartas gigantes, magníficos manjares y aún mejores bebidas. Todo estaba listo para que el dia 23 de Octubre se celebrara el "Mig Any".

Al alba, los caballeros Aragoneses se reunieron en la Filà para cargar sus harapos y petates e iniciaron la marcha que los llevaría hasta el lugar donde se celebraría el acto. Era una pequeña zona, bastante accidentada geográficamente, pero suficientemente buena como para montar allí el campamento. Un bon herberet i uns quants biri-biris y la gente estaba preparada para ponerse manos a la obra. Colgamos la pancarta, montamos las mesas y servimos un buen almuerzo. La cerveza y el vino refrescaba a los caballeros y la comida daba energías a los cansados Aragoneses.

Al terminar el almuerzo teníamos tiempo libre que algunos aprovecharon para jugar a cartas y otros para darse un garbeo por la Glorieta. Se acercaba la hora de comer y gente de diferentes razas se agolpaba a las puertas del campamento para que les diésemos provisiones y asi seguir su árduo camino por aquella tierra dejada de la mano de Dios. Otros, amigos Aragoneses, se quedaban allí disfrutando del buen ambiente que se generaba ya a esas tempranas horas. Se sirvió la paella para comer, además de otros platos con comida obsequio de "Catering Josele".

Al acabar la comida, con la barriga llena y ansiosos de hacerse la primera copita, un incidente inesperado trastocó los planes de los allí presentes. La lluvia hacia aparición en la Villa de Alcoy. Los Aragoneses maldecían a los dioses, ya que hacía varias semanas que no llovía y ese era el peor momento. Aun con la lluvia, los guerreros Aragoneses no perdieron el buen humor y siguieron disfrutando del buen ambiente. A las 4 de la tarde recogimos los ingredientes para cocinar el plato especial de esa noche: "La Olleta". El chef Josele era el encargado de cocinarla.

Pasaba la tarde y el ron iba haciendo mella en los caballeros. Empezaron a oirse vítores de guerra, a pintarse la cara con motivos bélicos e incluso algunos se engalanaron con sus mejores armaduras. La batalla que se iba a celebrar al anochecer pasaría a los anales de la historia. 28 bandos competían por ser los mejores de la zona. Los Aragoneses nunca habían logrado conquistar tan ansiado trofeo, así que este año iban con mas ganas q nunca, con un ejército repleto de jóvenes guerreros respaldados por unos cuantos valientes y experimentados Aragoneses. A las 20h daba comienzo la batalla. Un joven y templado calbotet fue el encargado de llevar el plato de olleta ante el jurado. Con las manos temblorosas y la voz entrecortada, ofreció el plato exclamando con orgullo: "Filà Aragonesos". Con los nervios a flor de piel pasamos la siguiente media hora cantando, bebiendo y bailando hasta que por fin llegó el veredicto.

La gente estaba estupefacta por el resultado de la votación. No sabíamos si era mentira, si era el ron o que era, la cuestión era que los campeones fueron la Filà.........¡¡¡¡¡¡¡ ARAGONESOS !!!!!!!!!!!!!!!!! La gente saltaba, brincaba, incluso algunos lloraban de alegría. Era un hecho histórico, 39 años para sentir esa sensación y un grupito de amigos, con toda la ilusión del mundo, lo habían conseguido. Generaciones de Aragoneses lo habían intentado, pero siempre tropezaban con la misma piedra. Subíamos las escaleras de la torre central de la Glorieta orgullosos y contentos por lo que habíamos conseguido. Josele recibió el plato del primer premio, y como si de la mismísima copa del mundo se tratara, la alzó al cielo y la Glorieta explotó en un sonoro grito de ¡¡¡¡ CAMPEONES !!!!!

Después de recoger el trofeo, con una alegría que no cabíamos en nosotros mismos, tocaba limpiar la zona del campamento, irnos a nuestras casas a vestirnos de gala y raudos ir a la Filà a cenar. Los compañeros Aragoneses recibieron a los Calbotets como si fueran auténticos héroes, esa cálida bienvenida emocionó a mas de uno. Después cenaron y lo de todas las veces, se fueron de marcha todos y se acabó Mig Any.

Dedicado a todos los Aragoneses que durante años lo habían intentado y que dejaron las bases para que un grupo de jóvenes como nosotros lo puediesen conseguir. Gracias a todos.


Vuestro humilde Cronista Javier Ripoll Sánchez

ole ole oleeee. jejej que bonito perla, hasta me he hemocionado cojones jejej el puto amo

CHE, CHE, CHE aço eu contes i no seu creu ningu
senyor don humilde cronista ho has bordat

precios, perfecte, impresionante..... tengo mil palabras para esta cronica y todas bonitas. me as emocionado y se me an puesto los pelos de punta. un 10 a la cronica y otro al cronista.
estoy muy orgulloso de ti poll.

mjy chula si señor, no se podia esperar menos de ti

Pollet, al final le llegida, molt bonica si senyor, m`ha posat els pels de punta i a mes de deveres. enhorabona poll